Me ha producido una profunda tristeza la solicitud de retirar su nombre y el de su Blog, entre los apoyos al Manifiesto, de Miguel Machimbarrena, un aficionado cabal que desde el principio manifestó su concordancia de ideas con las expuestas por el citado documento, y que desde el primer día lo apoyó incondicionalmente. Las razones de esta decisión quedan expuestas en el artículo publicado en su Blog bajo el título “Me desmarco” que, según veo, ha quedado enlazado en la entrada anterior. Lo respeto, puedo hacer un esfuerzo para entenderlo, pero no lo comparto.
En primer lugar decir que mi opinión, puesto que se trata de un tema relacionado con el Manifiesto, la quiero exponer en este Blog, en vez de hacerlo en los comentarios de la entrada a la que me refiero, porque este Blog es de todos los que apoyamos el Manifiesto, y si queremos que sea un arma para defender las reivindicaciones que expone el mismo, lo debemos mantener vivo entre todos los que defendemos las ideas que propone y debemos considerarlo como una parte más de nuestros propios espacios de Internet.
Hay que dejar claro desde el primer momento que el Manifiesto no es ninguna organización, es tan solo una declaración de principios, y lo que pretende es aglutinar al mayor número de aficionados en torno a la idea del toro como protagonista principal del espectáculo taurino. Como documento poca fuerza tiene, tan solo la de ofrecer una idea básica capaz de aglutinar a los aficionados conscientes de este problema alrededor de ella. La fuerza del Manifiesto está en la acción que en base a sus ideas se desarrollen en cada plaza, pueblo, ciudad o comunidad, debe ser ahí donde ensanche su base y su influencia, y es ahí, en la práctica, en donde deben adecuarse las distintas formas de actuación a las particularidades de cada sitio.
Entre las razones que expone Betialai para pedir su desmarque hay dos, sobre las adhesiones y sobre este Blog, a las quiero hacer referencia.
Sobre las adhesiones al Manifiesto nada hay estipulado hasta el momento, tan solo se pide la conformidad con las ideas que defiende y manifestar ese apoyo públicamente en forma de mensaje o comentario en la entrada que acoge el documento. Que pueda crearse algún tipo de filtro es cosa a estudiar, aunque creo que no tiene demasiada importancia que alguien que defiende las ideas que proponemos, y hay muchos aficionados que desde distintos gustos y puntos de vistas pueden estar de acuerdo con estos principios, tenga los enlaces que crea oportuno en su espacio, además, el curso de los días y de las opiniones defendidas pondrá a cada uno en su sitio. Es necesario reflejar en este punto otra cuestión de carácter organizativo, no existe ninguna junta, portavoz u órgano que represente públicamente la idea que defiende el Manifiesto, porque hasta el momento no se ha planteado, que se pueda hacer es cosa que debemos decidir entre todos, pero hasta el momento no se ha planteado.
Sobre el Blog del Manifiesto estoy de acuerdo con Betialai cuando afirma que “su operatividad se haya limitado a un blog en el que prácticamente no se haya hecho otra cosa que recibir una serie de adhesiones”. Pero ese no es un problema del Blog en si mismo, sino, como afirmo en un párrafo anterior, de todos los que componemos el colectivo de apoyos al Manifiesto, de todos. La actividad del administrador, no debemos olvidar que realizada por iniciativa propia, sin ningún mandato, se limita a tratar de mantenerlo vivo y actualizado en la medida de sus posibilidades, poco más se le puede pedir. La verdadera fuerza del Blog debería venir de su utilización por parte de todos los que lo apoyamos, convertirlo en centro de información y debate, en arma para la denuncia y altavoz para las propuestas que se puedan plantear en cada sitio. Eso, hasta el día de hoy, no ha ocurrido. ¿Cómo podemos mantener viva esta herramienta si preferimos para el debate sobre los asuntos del Manifiesto otros espacios antes que este? ¿Cómo podemos convertirlo en un espacio que sea algo más que un simple recipiente de adhesiones si no hay ninguna colaboración, ningún artículo, ningún comentario y ninguna información suministrada por los que viven en cada lugar el día a día de la Fiesta?
Pero al margen de estos dos asuntos que refleja Miguel en su artículo quiero insistir en una opinión y una creencia. Opino que Internet es un arma que, bien utilizada, nos puede servir para difundir nuestras ideas, pero creo que la verdadera fuerza del Manifiesto esta en la plaza, entre los aficionados que acuden a los festejos, en las organizaciones de aficionados que lo apoyan y que lo utilizan como guía para plantear sus reivindicaciones ante los responsables políticos y los empresarios de sus plazas, ahí es donde adquieren importancia las ideas de integridad, autenticidad y justicia que propone y ahí es donde se debe fraguar su fuerza, más vale conseguir que una corrida salga íntegra, o que una feria sea equilibrada, que millones de palabras escritas en este medio denunciando los desaguisados de los taurinos.
Para terminar este artículo de opinión enlazo a un par de entradas que recogen algunas de las ideas que he dejado expuestas en este Blog sobre lo que pienso que se puede hacer con el Manifiesto, entre otras cosas, la posibilidad de abrir la administración del Blog a varias personas que, desde distintos puntos geográficos, puedan realizar la tarea de mantenerlo vivo y actualizado permanentemente.
- "Un Manifiesto para la unidad de los aficionados", publicado el 25 de abril.
- "¿Qué hacer con el Manifiesto?", publicado el 6 de julio.
Mariano Ballesteros, socio de “La Cabaña Brava”.
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